domingo, 19 de abril de 2009

EL CEREBELO Y SUS FUNCIONES.


El cerebelo (del latín "cerebro pequeño"; PNA: cerebellum) es una región del encéfalo cuya función principal es de integrar las vías sensitivas y las vías motoras. Existe una gran cantidad de haces nerviosos que conectan el cerebelo con otras estructuras encefálicas y con la médula espinal. El cerebelo integra toda la información recibida para precisar y controlar las órdenes que la corteza cerebral manda al aparato locomotor a través de las vías motoras.

Por ello, lesiones a nivel del cerebelo no suelen causar parálisis pero sí desordenes relacionados con la ejecución de movimientos precisos, mantenimiento del equilibrio y la postura y aprendizaje motor. Los primeros estudios realizados por fisiólogos en el siglo XVIII indicaban que aquellos pacientes con daño ce rebelar mostraban problemas de coordinación motora y movimiento. Durante el siglo XIX comenzaron a realizarse los primeros experimentos funcionales, causando lesiones o ablaciones ce rebelares en animales. Los fisiólogos observaban que tales lesiones generaban movimientos extraños y torpes, descoordinación y debilidad muscular. Estas observaciones y estudios llevaron a la conclusión de que el cerebelo era un órgano encargado del control de la motricidad.[1] Sin embargo, las investigaciones modernas han mostrado que el cerebelo tiene un papel más amplio, estando así relacionado con ciertas funciones cognitivas como la atención y el procesamiento del lenguaje, la música, el aprendizaje y otros estímulos sensoriales temporales.


Funciones


Según la función principal que realizan y las conexiones que establecen, en el cerebelo se pueden identificar 3 regiones diferentes: vestíbulo cerebelo, espino cerebelo y cerebro cerebelo.

El vestíbulo cerebelo está formado por el lóbulo floculonodular. Recibe aferencias de los canales semicirculares y de las máculas a través de los núcleos vestibulares, y de corteza visual a través de los núcleos del puente. Las eferencias que envía llegan directamente a los núcleos vestibulares sin pasar previamente por ningún núcleo profundo del cerebelo. Es capaz de modular la actividad de los tractos que descienden desde los núcleos vestibulares a la médula espinal y de las moto neuronas α que inervan los músculos extrínsecos del globo ocular. Gracias a ello el vestíbulo cerebelo se encarga de controlar y regular el equilibrio corporal y los movimientos oculares.

El espino cerebelo está formado por dos porciones de la corteza cerebelos: la banda berciana y las bandas paravermianas.

La banda vermiana es una franja media e impar que se corresponde con los vermis superior e inferior (sin incluir al nódulo). Recibe aferencias vestibulares, visuales y acústicas. Envía sus eferencias a través del núcleo del fastigio.

Las bandas paravermianas son un par de franjas longitudinales que se disponen a ambos lados de la banda vermiana, en la parte más medial de los hemisferios cerebelazos. Recibe aferencias somato sensoriales procedentes de la médula espinal y del núcleo sensitivo del nervio trigémino. Envía sus eferencias a través del núcleo interpuesto (emboliforme + globoso).

A partir del núcleo interpuesto y del núcleo del fastigio, el espinocerebelo modula la actividad de las vías motoras descendentes que parten de la corteza cerebral y del tronco del encéfalo y llegan a la médula espinal. Debido a esto, su función principal es la de regular los movimientos de las extremidades y el tronco. En la banda vermiana se controlan los movimientos musculares del tronco, el cuello y las porciones proximales de las extremidades. En las bandas paravermianas controlan las porciones distales de las extremidades superiores e inferiores, especialmente las manos, los pies y los dedos.

El cerebrocerebelo está formado por la porción lateral de la corteza de los hemisferior cerebelosos. Recibe aferencias de la mayor parte del neocortex a través de los núcleos del puente, por lo que también se le conoce como pontocerebelo. Envía eferencias que llegan hasta el tálamo a través del núcleo dentado, y desde el tálamo alcanzan la corteza cerebral. Lleva a cabo las funciones cognitivas (percepción visuoespacial, procesamiento lingüístico y modulación de las emociones), la planificación general de actividades motoras secuenciada y el aprendizaje motor.